El Parque Andino Juncal es un paradero obligado para todo amante de las plantas de montaña. Desafortunadamente tuve el placer de conocerlo a mediados de febrero lo que me impidió encontrar la flora típica de finales de primavera. Es un lugar realmente interesante desde el punto de vista de la biodiversidad. Acá las vegas altoandinas cubren un equivalente a varios estadios de futbol (al menos los lugares que visité). Nunca había visto tantos cojines de Patosia Clandestina. Lamentablemente encontré algunas vacas pastando en el sector, lo que me hizo sospechar del verdadero estado de protección del lugar. De todas maneras, vale la pena conocer el lugar. El paisaje es espectacular y los pocos sectores de riesgo, han sido cuidadosamente demarcados y asegurados mediante pasos y puentes debidamente señalizados.
Les dejo algunas imágenes